La campana Espantaperros de Badajoz resurge como el ave Fénix

La campana de la Torre Espantaperros lleva aletargada más de 130 años en un almacén del Museo Arqueológico Provincial de Badajoz, esperando, como hacen algunos seres vivos, a que se den las condiciones favorables, para “volver de nuevo a la vida”. Y ahora, afortunadamente, estamos viviendo un momento histórico para Badajoz, en el que se devolverá la dignidad perdida a la campana de Espantaperros. 

Campana Espantaperros. 
Almacén Museo Arueológico de Badajoz.
(Foto: C.M. HOY 2017)


La campana data del año 1517, estaba ubicada en la Torre de la Alcazaba de Badajoz. Es una campana con tanta personalidad que la torre que la contenía adoptó su nombre, y la Torre de la  Atalaya o del reloj, pasó a conocerse popularmente como la Torre Espantaperros. 

No está documentado el origen del nombre Espantaperros. Durante muchas generaciones se ha transmitido la leyenda de su estrepitoso sonido. “Me acerco a la torre octógona: Espantaperros, cuyo nombre alude al son estridente de su campana, mucha en bronce, tres metros de redondel y uno de badajo” [1]. 

Ninguno de nuestros contemporáneos puede describir cómo era realmente el verdadero sonido de la campana, que emitió sus últimos lamentos cuando fue destruida a mazazos en 1878. Pero de generación en generación, hemos transmitido su leyenda y todos imaginamos su estridente sonido, hasta el punto que considero forma parte del patrimonio sonoro de Badajoz. 

Entre todos la hemos convertido en un poderoso símbolo de la ciudad a pesar no estar visible. Por eso ahora, también entre todos, tenemos la oportunidad de formar parte de su nueva historia. Se va a fabricar una réplica exacta de la campana, y en 2021 volverá a repicar de en la Torre de la Alcazba, 165 años después de su retirada de esta torre. Es la mejor forma de devolver a la ciudad uno de sus más arraigados y venerados símbolos. 

La historia de la campana de Espantaperros es la historia de una superviviente, que fue destrozada, hecha pedazos, a punto de ser fundida y encerrada en un almacén para el olvido. Pero ahora, gracias a este proyecto va resurgir de sus cenizas con mucha más fuerza, como el ave fénix. 

Este ilusionante proyecto para fabricar una réplica de la campana, se ha gestado durante varios años en el seno de la Asociación Amigos de Badajoz, y ahora ve la luz en noviembre de 2020, gracias a la disposición favorable de la Concejalía de Turismo y Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Badajoz, y acompañados también por la Asociación Alcazaba. 

Podemos colaborar con la campaña de mecenazgo haciendo una aportación económica en la cuenta que la Asociación Amigos de Badajoz ha abierto para este efecto: ES34 3009 0001 2326 6579 6922, antes del 10 de febrero de 2021. 



Las personas, familias o colectivos que realicen aportaciones iguales o superiores a 20€, verán grabado en una placa el nombre que aparezca en el campo CONCEPTO del ingreso bancario. También aparecerá el logo de las empresas que hagan ingresos a partir de 500€. El ayuntamiento se ha comprometido a grabar la placa con los nombre de los mecenas, y exponerla para siempre en un lugar visible y próximo. También se puede solicitar un certificado de la aportación, enviando un resguardo del ingreso a: campana.espantaperros@gmail.com 

Puedes leer las bases completas en este enlace de la Asociación Amigos de Badajoz

Se pretende reunir los 45.000 euros estimados para todo el proyecto de fabricación y colocación de la réplica exacta de la campana en la Torre, y la musealización de los restos de la campana original en el Museo de la Ciudad Luis de Morales. 

Es una oportunidad única para formar parte activa en la historia de Badajoz 
¡ANIMO A TODOS A PARTICIPAR! 


HISTORIA DE LA CAMPANA DE ESPANTAPERROS Y SU DESTRUCCIÓN 

En un saliente de la Alcazaba de Badajoz, la más grande de Europa, llama poderosamente la atención  la Torre de la Alcazaba o Torre de la Atalaya. Es una torre albarrana de planta octogonal de unos 20 metros de altura, construida por los almohades en el siglo XII, y que en la época cristiana se le superpuso el actual remate de estilo mudéjar, cuya finalidad era alojar una campana. 






Durante siglos se utilizó la campana para comunicar al pueblo las noticias fúnebres de personalidades del país o de de la ciudad, así como alertar de fuegos en tierras cercanas; y en los últimos años de su uso sonaba también el 2 de mayo. 

Esta Torre de la Atalaya o Espantaperros, actualmente rehabilitada, pasó por varios momentos en que estuvo punto de ser demolida por su estado de ruina, los últimos seis momentos documentados entre 1851 y 1914 [2]. 

Torre Espantaperros y Hospital San Lorenzo 1887
Fotograbado Joarizti y Mariezcurrena


En el año 1856 se tuvo que retirar la campana de la Torre Espantaperros, por el mal estado de ésta. Y se trasladó al recién construido y actual edificio de Ayuntamiento en la plaza de San Juan. 

Ayuntamiento de Badajoz (2021)

En 1878 el Ayuntamiento decide retirar la campana de su edificio, para fundirla y hacer otra nueva, basándose en un comunicado del oficial facultativo de obras, que manifiesta tenía muy resentida la espadaña que la sostenía, y además tenía muy mal sonido. 

Los operarios del ayuntamiento, que tenían la vivienda debajo de la espadaña donde estaba la campana, se apresuraron a trocearla allí mismo a golpes de mazo. Se organizó tal estruendo que asustó a toda la población que pensaba que estaba sucediendo una enorme catástrofe. 

La Comisión de Monumentos no fue informada de la destrucción de la campana, y elevaron protesta al Gobernador de Badajoz, que paralizó la destrucción y refundición. Hasta en la prensa de Madrid se hicieron eco de este polémico destrozo. En su informe, la Comisión alegaba que la campana tenía un valor monumental e histórico digno de conservación, porque era de la época de la Reconquista, pero esto no se pudo probar realmente. [3] 

El Ministerio de Fomento abrió un expediente que instruyó la Real Academia de la Historia, nombrando como comisionado de la Corporación de Badajoz a Vicente Barrantes, escritor, historiador, académico, bibliófilo, y cronista de Extremadura. Barrantes pudo examinar los restos de la campana que el Teniente de Alcalde, el ilustrado D. Mariano Castro Pérez, mandó restablecer sobre un molde de tierra en la planta baja del Ayuntamiento. 

El 10 de enero de 1878, Barrantes emitió un detallado informe sobre la antigüedad, los materiales, y las inscripciones que pudo observar de aquellos restos. [4]

En cuanto a la antigüedad, la campana posee una inscripción, alrededor  de la parte superior en estilo gótico alemán, que la data en el año 1517, desmontando la leyenda de que procedía de la época de la Reconquista.

“JESUS MARI A I JOSEPH ESTA CAMPANA SE HIÇO ANO 
DE MIL QUINIENTOS I DIEZ I SIETE ANOS  SIENDO CORREGIDOR 
EL MUY MAGNIFICO SEÑOR ANTONIO HERNANDEZ GUEVARA” 

Detalle de la inscripción de la campana Espantaperros (Foto: V. Novillo 2008)


En cuanto a sus materiales, Barrantes manifiesta que no puede considerarse un objeto vulgar,  aunque no sean anterior al s. XV. La calidad de los metales utilizados en su fundición autoriza a creer que se utilizaron en ella restos de alguna antigua campana del tiempo de la Reconquista, pues oro y plata predominan extraordinariamente en la masa fundida en 1517. En época de la Reconquista, las damas mozárabes, tenían la tradición de arrojar al crisol su alhajas de oro y plata, para la fundición de la campana. 

En cuanto a las demás inscripciones, Barrante sacó una impronta de la preciosa cruz que ostentaba la campana, “una cruz casi tan .grande como su copa, desde los rebordes que á manera de cenefa coronan el labio hasta la cabeza” [5].

Barrantes informó que no debía considerarse Monumento Histórico y por cuya destrucción debiera imponerse al Ayuntamiento alguna responsabilidad. Pero sí censuró y lamentó la destrucción de una campana que era mirada en la ciudad con cierta veneración... “Como éste y más que éste ocurren diariamente en España sucesos que nos privan de nuestras ya menguadas glorias artísticas, ó las llevan á enriquecer los Museos extranjeros” [6]. 

Firma de Vicente Barrantes en el Informe


Al poco tiempo de estos acontecimientos, en 1880 visitaron Badajoz dos ilustres escritores, historiadores y arqueólogos, Aureliano Fernández-Guerra y Fidel Fita, que reafirman las investigaciones realizas por Barrantes. En su visita estuvieron acompañados por su amigo el canónigo de la Catedral de Badajoz Dr. D. Antonio de Zafra y Cantero, que les mostró los edificios más notables, “nos hizo reparar en el torreón de Espantaperros, sobre cuya campana ha disertado nuestro ilustre colega el académico Sr. Barrantes con novedad y tino [7]. 

El 21 de noviembre de 1890, se depositan los restos de la campana en el del Museo Arqueológico Provincial de Badajoz, siendo entonces alcalde D. Cayetano Rodríguez. La campana estaba fragmentada en 167 trozos con un peso de 735 kilos. La Comisión de Monumentos ordenó recomponer los fragmentos que se pegaron con cemento y se suplieron con ladrillo tres trozos pequeños que se echaron de menos. De este trabajo se encargó al armero D. Antonio Gutiérrez Mora, quien también donó al museo el badajo de 97 cm. Tenemos una detallada descripción en el Inventario del Museo Arqueológico que hace Romero de Castilla en el año 1896 [8]. 


Campana Espantaperros. Almacén Museo Arqueológico Prov. Badajoz. 
(Foto: V. Novillo 2008)

A la vista de las imágenes más actuales de la campana, me pregunto dónde están los fragmentos que faltan, porque según el inventario del Museo Arqueológico, en 1896 sólo faltaban tres trozos pequeños. 

Ojalá no vuelvan a pasar este tipo de cosas en Badajoz. Afortunadamente, las mentalidades van cambiando. Espero que actualmente estemos todos de acuerdo con los pensamientos que hace años defendía con su pluma, como única arma, Romero de Castilla“Tenemos que defender la historia local como soporte de la historia nacional y la antigüedad como cimentación de los tiempos modernos. Es preciso conservar los restos de las culturas antiguas… Es una obligación moral y ética de las generaciones presentes y futuras... Cuidar los monumentos del pasado es un elemento clave para establecer la salud cívica de un pueblo. El amor con que un pueblo atiende a los restos de la antigüedad, fija el nivel de su cultura, en diferentes planos, tanto en el más popular como en el que habitan los sabios, los científicos” [9]. 

LEYENDAS DE LA CAMPANA DE ESPANTAPERROS 

Además de la historia documentada, también existen otras leyendas que han formado parte de la tradición de la ciudad, y que me parece interesante añadir, pues creo que las leyendas, aunque no son historia, de alguna forma, también forman parte de ella.

Una de las leyendas es la que aparece en el informe aportado por la Comisión de Monumentos cuando se destruyó la campana en 1878. Para demostrar su valor monumental e histórico digno de conservación, afirmaron que ya se utilizaba en la Reconquista para avisar a los cristianos de las incursiones de los árabes en territorio de la ciudad. Y que el nombre de Espantaperros se debe a que en esa época se denominaba despectivamente de esta forma a moros y judíos. Joaquín Romero afirmó que la primitiva campana fue una donación a la ciudad de Fernando II de León tras la derrota a Alfonso de Portugal. Aunque esta información no se pudo contrastar documentalmente. 

Otra de las leyendas la recoge en 1887 Diez en el volumen sobre Extremadura [10]. La primera campana que tuvo esta torre la llevó á Badajoz el obispo Fr. Pedro Pérez, primer prelado que esta sede, después de su reconquista por D. Alfonso IX de León. Dicha campana servía para convocar á los cristianos cuando los árabes intentaban acometer la ciudadTenía esta campana una inscripción que decía así: LOS CRISTIANOS ME AGITAN EN DEFENSA DE SU GREY: JESUS MARIA Y JOSÉ. Se llamaba de espanta-perros porque servía para ahuyentar á los musulmanes. Cuando se hizo de nuevo la espadaña que está sobre la torre, se colocó la campana fundida a principios del siglo XVI con el material de la que llevó á Badajoz el obispo Pérez. Esta campana, no menos histórica que la anterior, tenía la siguiente inscripción: JESÚS MARÍA Y JOSÉ ESTA CAMPAN SE HIZO AÑO DE MIL QUINIENTOS Y DIEZ Y SIETE AÑOS, SIENDO CORREGIDOR EL MUY MAGNIFICO EÑOR ANTONIO HERNANDEZ.

Y además, en las notas del libro, Díez expresa su opinión sobre la ruidosa cuestión de la destrucción de la campana en 1878. "El ayuntamiento de Badajoz dispuso la destrucción de esta campana, sin previo el detenido examen de sus condiciones como obra de arte, y el estudio de sus relaciones históricas...  la Academia informó por conducto de uno de sus miembros, erudito, anticuario y extremeño, por añadidura, ¡que la campana destruida carecía de importancia histórica!... ¡Cosas de España!"


© Lourdes Torres Hidalgo. Publicado: enero/2021

 


Lourdes Torres, autora del artículo
Torre Espantaperros. Badajoz 2021


BIBLIOGRAFÍA Y CITAS 

[1] LORENZO Y MORALES, P. (1974). Obras Completas. (p. 199). Madrid. Editorial Nacional.

[2] y [9] ORTIZ ROMERO, P. (1878). Crisis, desbarajuste y abandono en la política conservacionista contemporánea. El caso de la Torre de Espantaperros (Badajoz).El arte en los tiempos de cambio y crisis y otros estudios sobre Extremadura. (pp. 159-176). XI Jornadas de Historia de Llerena. Sociedad Extremeña de Historia. Llerena. 

[3] Obras parte de Expediente sobre la información referente a la campana de la Torre de Espantaperros de Badajoz. (1878) (13 doc.). Documentos manuscritos digitalizados http://www.cervantesvirtual.com

[4] y [5] BARRANTES MORENO, V. (1878). Informe que explica la historia y el valor de antigüedad de la Campana de Espantaperros. Expediente sobre la información referente a la campana de la Torre de Espantaperros de Badajoz. http://www.cervantesvirtual.com

[6] BARRANTES MORENO, V. (1879). Sobre el derribo de una campana histórica en Badajoz. Boletín de la Real Acacemia de la Historia, tomo I, año 1877, cuaderno IV, (pp. 361-366). http://www.cervantesvirtual.com

[7] FITA COLOMÉ, F. y FERNANDEZ-GUERRA ORBE, A. (1880). Recuerdos de un viaje a Santiago de Galicia. (pp. 93 y 94). Madrid. Ed. Lezcano.

[8] ROMERO DE CASTILLA, T. 1896). Inventario de los objetos recogidos en el Museo Arqueológico de la Comisión Provincial de Monumentos de Badajoz. (pp. 162-167). Tip. El Progreso. Badajoz. 

[10] DÍEZ Y PÉREZ, N. (1887). España, sus monumentos y artes, su naturaleza e historia. Vol. Extremadura. (pp. 72-74). Ed. Cortezo. Barcelona.

Asociación Amigos de Badajoz. (2008). Espanta-perros, una campana silenciada. Revista Sharia nº 62. 

Asociación Amigos de Badajoz (2020). Micro-relatos en vídeo. https://www.youtube.com/watch?v=25PDyt9lfe8


6 comentarios:

  1. Estupendo artículo Lourdes. ¡Enhorabuena!

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    1. Vicente, muchas gracias por tu comentario y por las fotografías. Hasta pronto

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  2. Muy interesante ..gracias..yo colaboraré

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    1. Francisco, me alegro mucho que te animes a colaborar, muchas gracias.

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  3. Espléndida información la que nos aportas, Lourdes. Enhorabuena. Gracias.

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